Galletas de mantequilla clásicas

Las galletas de mantequilla además de estar riquísimas, son muy fáciles de preparar y quedarás estupendamente si tienes una reunión con amigos o familia porque con ésta masa de galletas clásica quedan unas pastas muy finas y perfectas para combinar con una taza de té o café, os aseguro que si las probáis las prepararéis más de una vez. Y si además os gusta prepararlas con cacao pinchar aquí, están riquísimas también.

Pero si lo que queréis preparar unas galletas decoradas con glasa, tengo la receta perfecta, además os enseño en un tutorial como preparar el glaseado para decorarlas.

Cómo preparar las galletas de mantequilla:

• Mezclar con varillas manualmente o eléctricas la mantequilla blanda con el azúcar glas casero
• Cuando hayamos conseguido como una crema, añadir las yemas o un huevo entero y la esencia de vainilla, mezclar bien.
• Ir echando la harina tamizada con la sal poco a poco.
• Envolver ya con una espátula, o con la pala a velocidad baja, en el caso de hacerlo con amasadora, hasta integrar toda la harina, formar una bola sin amasar demasiado.
• Cuando tengamos la bola, colocar entre dos papeles de horno y estirar, será más fácil si separáis la masa en dos.

Para el grosor de las galletas sería estupendo tener un rodillo como el que tengo yo, con diferentes aros para controlar el grosor de las galletas y que salgan todas iguales, pero si no lo tenéis no importa las dejáis del grosor que más os guste.

• Cuando esté estirada con el grosor que queráis para vuestras galletas. Meter en la nevera por lo menos unas dos horas.

Estiro la masa antes de enfriarla, porque después será más fácil hacer las galletas, ya que al llevar tanta mantequilla si estiráis la masa después, la calentaréis mucho y las galletas se ablandarán demasiado y las manejaréis peor.

• Sacar de la nevera y cortar con la forma que hayáis elegido.
• Ir colocando sobre la bandeja del horno que previamente habremos forrado con papel de hornear.

Horno precalentado arriba y abajo a 180º/ Hornear bandeja centro entre 10/12 minutos. dependiendo si las queréis más o menos tostadas.

Cuando veais que las puntas de las galletas empiezan a tomar color es el momento de retirarlas, si no se os quemarán.